Invitándonos a un viaje de transformación profunda, tanto individual como colectiva, a través del arte, el taller escénico “Ser y Estar”, dirigido por Patricia García, culmina un ciclo de ocho años, abriendo simultáneamente un nuevo capítulo. Pati, reconocida actriz boliviano-española y directora de teatro, se ha destacado por su talento interpretativo, visión creativa y su compromiso con la formación y experimentación artística, tanto en Bolivia como en el extranjero. En esta ocasión, la obra, nos invita a reflexionar, cuestionar y renovar nuestra existencia partiendo del legado dramatúrgico de Claudia Eid Asbún.
Trascendiendo los límites del arte y la educación
El arte y la educación, son herramientas transformadoras para el desarrollo humano y social, ya que fomentan la construcción de sociedades más inclusivas, resilientes y pacíficas. Al integrar arte y educación, se potencian las competencias esenciales para afrontar los desafíos del mundo contemporáneo, como la innovación y la adaptabilidad, que nos permiten comprendernos a nosotros mismos y a nuestro entorno.
El proceso creativo, se convierte en un acto transformador en el que cada actor atraviesa su propio “viaje del héroe”, despojándose de las capas que ocultan su esencia más auténtica. Partiendo de una poderosa metáfora: la máscara, que más allá de ser un recurso teatral, representa las armaduras que utilizamos para protegernos de nuestros miedos: al rechazo, a la soledad, al fracaso, al cierre ciclos, a lo desconocido o incluso al éxito. Durante el proceso de creación escénica, cada actor enfrenta su máscara personal, llevándola al extremo, para luego, dejarla caer.
La máscara como metáfora del duelo y la transformación
El trabajo escénico, se convierte en un espacio de duelo, no solo por lo que dejamos atrás, sino por las versiones de nosotros mismos que ya no existen. Como en todo proceso de duelo, las fases que se atraviesan, desde la resistencia, hasta la aceptación, abren paso a la transformación, que en la obra se entiende como un ciclo infinito.
En un proceso permanente de cierre y renacimiento, los 22 participantes entrelazan arquetipos, sincronías y símbolos universales. La obra no solo explora el acto creativo, sino también la naturaleza infinita de la transformación humana. Inspirada en el inconsciente colectivo de Jung, refleja principios universales del Kybalion, como hilos invisibles que conectan la narrativa del taller y la obra.
Aquí, la Ley de Correspondencia juega un papel central. El duelo que enfrentamos internamente se refleja en el universo externo y viceversa. Dejar caer la máscara individual simboliza un cambio interno que, en el contexto grupal, crea una sincronía colectiva. Como los egipcios que preparaban sus cuerpos para la vida después de la muerte, este proceso escénico honra lo que fue y abraza lo que está por venir, transformándonos en algo nuevo y, sin embargo, eterno.
Obra y arte
La obra refleja los ciclos de la vida, las subidas y bajadas, los momentos de resistencia y de fluidez. Los cuatro espacios mencionados en escena —arriba, abajo, arriba, abajo— avanzando y retrocediendo entre extremos, resuenan con la Ley del Ritmo, recordándonos que cada transformación tiene su propio compás entre polos opuestos, el centro o punto neutral mitiga los efectos extremos de los ciclos al elevar la conciencia más allá del vaivén natural. Esta comprensión, fomenta el autocontrol y la estabilidad en medio de los cambios inevitables de la vida.
La máscara, representa aspectos opuestos de nuestra identidad: lo que mostramos al mundo versus lo que mantenemos oculto. Esto se relaciona con la Ley de la Polaridad en la cual, todo tiene dos extremos opuestos que son en esencia lo mismo, diferenciados únicamente por grados. Reconocer esta polaridad, nos ayuda a entender que nuestras máscaras no son ajenas a nosotros, sino reflejos de un mismo ser. Dejarla caer, tomar consciencia, permite el autoconocimiento y la integración de nuestra dualidad interna.
Infinito y sincronías
“Infinito” se despliega como un viaje teatral donde el concepto de sincronías de Jung, cobra vida en escena. Las coincidencias significativas, esas que unen lo aparentemente disperso, se materializan en el número 22, un número cargado de simbolismo, que conecta a los participantes con los arcanos mayores del Tarot. Estos símbolos universales no solo sirven como puntos de referencia, sino que actúan como un espejo del viaje que tanto actores como espectadores recorren, un trayecto de autodescubrimiento que trasciende lo personal y se adentra en lo colectivo, creando una experiencia transformadora compartida.
“Infinito” no es simplemente una obra teatral, sino una invitación a la reflexión. En su esencia, es una llamado a confrontar las máscaras que todos usamos, a enfrentar los miedos que las sustentan y a abrazar el proceso de transformación como una constante en la vida. Cada intervención en el escenario crea un espacio donde el arte y la educación se entrelazan, enseñándonos que, como en la vida misma, nunca dejamos de aprender ni de evolucionar. Es un recordatorio de que el proceso de cambio es infinito y continuo, tanto en el ámbito personal como colectivo.
Máscaras y transformación
En este caminar de autodescubrimiento, “Infinito” nos invita a dejar caer nuestras máscaras, revelándonos tal como somos. Como bien dijo Jung, «lo que más tememos enfrentar, es lo que más necesita ser transformado», y en este contexto, el arte se convierte en nuestro espejo y guía, un vehículo en el viaje hacia esa metamorfosis sinfín que define nuestra existencia.
Ser Y Estar Teatro XVI presenta la nueva producción del espacio de formación Ser y Estar Teatro, del Teatro Nuna Espacio Arte. Obra: Infinito. Escenas desde la máscara a través de las voces presentes en la dramaturgia de Claudia Eid.Con: Alejandra Pareja, Alejandra Quevedo, Alejandra Virreira, Andrés Ramírez, Rayner Escobar, Eve Gomez, Dani Peña, Diego Choque Morales, Indira Vera, Jaime Ortiz, Ariel Cortez, Orlando Gutierrez, Marti Leaño, Mateo Gonzales Montaño, Natalia Viviani, Nicole Marín, Paola Torrico, Sabrina Eavan, Samuel Rueda, Santiago Torrez, Valeria Miranda, Valeria Villalba Pacheco. Dirección: Pati García. Foto y arte: Daniela Gandarillas. Luces: Diego Ayala. Video: Chelo Huarachi. Domingo 22 de diciembre a las 20.00 en Teatro NUNA (parada Pumakatari San Miguel). Las puertas abren a partir de las 19.30.