El presupuesto es el instrumento mediante el cual se plasman en hechos y acciones las políticas de los gobiernos, a través de la asignación de recursos económicos para la ejecución de planes y proyectos. En este sentido, el Presupuesto General del Estado (PGE) se constituye en la herramienta más importante de la política fiscal para el desarrollo de la economía boliviana, priorizando la asignación de recursos a inversión pública, seguridad alimentaria y energética, políticas sociales, así como la subvención a los hidrocarburos, alimentos, servicios básicos, entre otros programas de interés social y de necesidad poblacional.
El PGE de Bolivia resulta de la agregación, consolidación y programación de los ingresos y gastos de 585 entidades de la administración pública: 335 municipios, 118 instituciones descentralizadas, 53 empresas públicas, 27 establecimientos de los distintos órganos del Estado, 15 entidades de seguridad social, 14 universidades públicas, nueve gobernaciones departamentales, ocho gobiernos indígena originarios, cinco instituciones financieras y un gobierno regional.
El PGE 2025 tiene siete objetivos: garantizar la estabilidad macroeconómica y la sostenibilidad de las finanzas públicas; profundizar el proceso de industrialización con sustitución de importaciones mediante el desarrollo de plantas industriales; potenciar el aparato productivo e industrial, incrementando la productividad y el rendimiento; reafirmar la política de acceso universal y gratuito a la educación y la salud; potenciar los sectores minero e hidrocarburífero a través de inversiones estratégicas y desarrollo tecnológico; priorizar recursos para la subvención a los alimentos esenciales y a los hidrocarburos; y continuar con la implementación de políticas sociales que busquen la equidad en la distribución de los ingresos, la reducción de la desigualdad y la disminución de la pobreza.
Es importante resaltar que el PGE contempla una tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 3,51%, una tasa de inflación del 7,5%, un resultado fiscal del -9,2% respecto al PIB, un precio de referencia del barril de petróleo de $us 75,3 y una variación promedio del tipo de cambio oficial de ±10%. El PGE total agregado asciende a Bs 369.341 millones, mientras el presupuesto consolidado alcanza Bs 296.566 millones; es decir, se incrementan del 8,5% y 11,7%, respectivamente, en comparación con el PGE 2024, aclarando que el aumento responde a la mejora en ingresos tributarios y al impulso de la inversión pública, factores que fortalecen la demanda interna y el crecimiento económico.
Considerando el Modelo Económico Social Comunitario Productivo, el PGE 2025 prevé recursos para la subvención a los carburantes, insumos y aditivos asignando Bs 15.156 millones, y para la subvención a los alimentos, un total de Bs 750 millones. La inversión pública registra $us 4.274 millones, que será destinada a sectores estratégicos como hidrocarburos, minería, electricidad e infraestructura vial, así como, mantenimiento de carreteras, transporte, comunicaciones, recursos hídricos, educación, salud, medio ambiente y seguridad ciudadana.
Se garantizan los recursos económicos para dar continuidad a las políticas sociales como los bonos Juancito Pinto y Juana Azurduy, Renta Dignidad, además del bono para personas con discapacidad. Asimismo, en el marco de la Constitución Política del Estado, se priorizan los sectores de educación y salud destinando Bs 31.078 millones y Bs 29.892 millones, que representan el 10,5% y el 10,1%, del PGE consolidado, respectivamente.
Finalmente, el PGE 2025 y su proyecto de ley consideran aspectos relacionados a la política fiscal y administración de los recursos públicos con el objeto de precautelar la estabilidad y sostenibilidad macroeconómica y financiera del país, para continuar por la senda de la optimización de recursos disponibles y la profundización de la política de industrialización con sustitución de importaciones, permitiendo el cumplimiento de la Agenda Patriótica 2025 y el Plan de Desarrollo Económico Social 2021-2025.