Bolivia, para afrontar el conflicto bélico con Paraguay apoyado por Argentina (1932-1935), reclutó a decenas de miles de pongos para “luchar por su patria”, una patria que no les reconocía derecho a voto y permitía el trabajo tipo feudal o de servidumbre (trabajo a cambio de la comida, por el día trabajado, para el pongo).
Los militares jóvenes, a quienes les tocó compartir trincheras con los reclutas que provenían del pongueaje, propiciaron un cambio de estructura.
El gobierno de Gualberto Villarroel (1943-1946) prohibió el trabajo gratuito, facilitó la personería legal de los sindicatos y la primera convención de trabajadores campesinos.
Este inesperado escenario político decantó la alianza de oposición entre el PIR (de tendencia estalinista) y el PURS, implícitamente defensor del statu quo político social vigente.
A nivel global se desarrollaba la etapa final de la Segunda Guerra Mundial. Astutamente, el PIR desarrolló el siguiente discurso:
En Bolivia, nuestro partido “representa” a la URSS y el PURS “representa” a EEUU. Por lo tanto, el PIR y el PURS nos aliamos contra el gobierno “nazi boliviano” de Villarroel. Este discurso pirista fue un baño de agua de rosas para el PURS. Así lograron encabezar el derrocamiento de Villarroel, con lo cual dejaron a salvo los privilegios de los que se beneficiaban del pongueaje, a la vez que excluyeron a la mujer y a los campesinos analfabetos del derecho a votar y a ser candidatos. La mujer ejerció por primera vez derecho a votar y a ser candidata en las elecciones municipales, durante la gestión presidencial de Villarroel.
Actualmente, las principales fuerzas globales tomaron posición respecto de Benjamín Netanyahu, como a Vladimir Zelensky. Ambos no son semitas, sino de origen jázaro, según documentan los investigadores:
– Shlomo Sand, historiador israelí y profesor en la Universidad de Tel Aviv, en su libro The Invention of the Jewish People (La invención del pueblo judío) en 2009, fue durante varias semanas el libro más vendido en Israel.
– Alfredo Jalife-Rahme, investigador mexicano de origen semita.
El Papa les escribió, el 5 de febrero de 2024, a los judíos de Israel con el corazón “desgarrado” por la guerra; el sucesor de Pedro espera que judíos y palestinos emprendan un camino de “amistad, solidaridad y cooperación” para “abrir nuevos horizontes de luz para todos, israelíes y palestinos por igual”, y “eparar un mundo destruido”.
Con Vladimir Zelensky, el Papa se brindó para ser intermediario entre Ucrania y Rusia en procura de la paz.
Ambos, Netanyahu y Zelensky, ignoraron los llamados del Papa, quien mostró su apoyo a la política expansionista de Netanyahu, y a desconocer los acuerdos de Minsk y el golpe del ‘Euromaidán’, el cual llevó al poder a Zelensky; es el denominado ‘estado global profundo’ de notable poder financiero.
Entre los que se mostraron sensibles con los llamados del Papa destacan:
– los judíos ortodoxos
– los cristianos ortodoxos.
– los cristianos católicos.
– el gobierno chino, el cual prefiere ejercitar su “poder blando”, no intervenir militarmente en ningún país y, en cambio, demostrar su apoyo a través del comercio, la tecnología y/o las finanzas.
– Donald Trump, quien notoriamente asistió en París a la reinauguración de la catedral católica de Notre Dame, el 8 de diciembre de 2024.
La relevancia moral, política y social de quienes privilegian la búsqueda de la paz demuestra que existe un contrapeso real que puede salvar a la humanidad de la tercera guerra mundial con armas nucleares.